septiembre 8, 2024

En Pakistán, las fuerzas de seguridad rodean la residencia del opositor Imran Khan

En Pakistán, las fuerzas de seguridad rodean la residencia del opositor Imran Khan

Pakistán no conoce la desescalada en la crisis que opone el gobierno y el ejército a Imran Khan. De lo contrario. El ex primer ministro, que fue detenido el 9 de mayo en un tribunal de Islamabad, internado y liberado dos días después por decisión del Tribunal Supremo, vuelve a estar rodeado. Su residencia, ubicada en la exclusiva zona de Zaman Park de Lahore, Punjab, ha estado rodeada por fuerzas del orden desde el miércoles 17 de mayo. Las autoridades de Punjab lo acusan de dar cobijo a cuarenta personas sospechosas de haber participado en la destrucción de bienes públicos tras su detención, que había provocado un inmenso movimiento de ira en el país. Durante varios meses, varios cientos de activistas han estado resguardando su casa para protegerlo.

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Antes de que la policía se posicionara alrededor de su casa, Imran Khan acudió a obtener la prórroga, hasta finales de mayo, de su fianza. Obviamente, el gobierno y el ejército no le darán tregua. Es procesado en más de cien casos.

La policía le dio un ultimátum de veinticuatro horas, hasta el jueves 18 de mayo a las 14 horas, para entregar a los sospechosos. Este plazo venció, la incertidumbre ahora domina sobre el destino del ex primer ministro. Casi 4.000 personas ya han sido detenidas, incluida toda la dirección de Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI), el partido político de Imran Khan. La exestrella del críquet habla de 7.500 detenciones y sospecha del poder de querer prohibir su partido. Rechaza cualquier implicación de sus seguidores en los saqueos y pide la creación de una comisión judicial encabezada por el presidente del Tribunal Supremo para investigar.

Solicitud de elecciones

El ex primer ministro envió de inmediato un mensaje en Twitter para advertir a sus seguidores el miércoles. “Probablemente mi último tuit antes de mi próximo arresto”, el escribio. Luego habló en un discurso televisado. “Veo un sueño aterrador: el país se dirige hacia un desastre inminente. Me temo que Pakistán está en camino a la destrucción. Si no somos sabios ahora, corremos el riesgo de llegar a un punto en el que ya no podamos volver a unir las piezas de nuestro país”. declaró. Volvió a llamar a elecciones, la única forma en su opinión de recuperar la estabilidad política.

Frente a él, el general Munir, jefe del ejército, designado en noviembre de 2022 por el primer ministro Shahbaz Sharif, no tiene intención de bajar los brazos. El lunes, prometió usar la ley del ejército de Pakistán, que prevé juicios militares a puerta cerrada, para enjuiciar a los manifestantes que atacaron instalaciones militares, advirtiendo que “la moderación ya no será apropiada”.

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