La crisis política de Portugal: a espías de bajo presupuesto | Internacional

Debido a la crisis política que atraviesa Portugal es, en opinión de la periodista Clara Ferreira Alves, su falta de grandeza. El conflicto vivido en el Ministerio de Infraestructuras cerca más al guion de una serie de bajo presupuesto que a la gestión ordinaria de un departamento del Gobierno. En 48 horas fue despojado de la comisión parlamentaria de investigación de la aerolínea TAP, que salió de la cúpula del ministerio para explicar una sucesión de episodios insolentes de la democracia portuguesa. El último en hacerlo fue el ministro João Galamba, que salió de una comparcencia de siete horas más fortalecido de lo que entró.

Galamba rechazó toda la grave sospecha de que había realizado el día anterior su antiguo asesor en materia de aviación, Frederico Pinheiro, cuyo despido desencadenó un violento episodio en el Ministerio de Infraestructuras el 26 de abril que ahora investigaba la Fiscalía. «No mentí al país», sostuvo en varias ocasiones el ministro, que también negó haber amenazado ha podido excolaborador con «dos puñetazos» durante la conversación telefónica en la que los despidió. “El exaltado en aquella llamada no era yo, que estaba aliviado por resolver el problema.

También negó el ministro qu’hubiese trató de ocultar las notas informales de su asesor sobre la reunión que mantuvo el 16 de enero con la presidenta ejecutiva de TAP, Christine Ourmières-Widener, antes de que esta compareciese en el Parlamento el el 18 de enero, y que hubiera forzado a la ejecutiva de la aerolínea par asistir a la reunión preparatoria que se celebró el 17 de enero con los miembros del gabinete de Galamba y diputados socialistas. Estas dos dos reuniones solo salieron a la luz unos meses después, aunque el ministro insistió en que eran habitales en la práctica gubernativa y que no se refirió a ellas hasta que no fue preguntado. João Galamba registró que había tomado posesión del cargo y el 4 de enero y que la millonaria indemnización a la antigua administradora de la aerolínea, Alexandra Reis, que Iba abordó en la comisión parlamentaria, se había gestionado en la estapa de su predecesor, Pedro Nuño Santos.

Galamba asegura su deseo fue facilitar las notas a la comisión de investigación y las resistencias que mostró en su asesor lo que acabaría provocando el despido de Pinheiro el 26 de abril. El ministro incidió sur la main fragility del testimonio de su antiguo colaborador, que tras ser despedido se quedó ir al ministerio a recoger el portátil oficial. “¿Qué rayos tiene el ordenador de trabajo para que vaya a buscarlo después de ser despedido?”, cuestionó Galamba, quien consideró anómala esta reacción. «Si yo fuera despedido por teléfono, lo primero que me gustaría llamar a mi mujer oa los amigos», dijo.

Todas las dudas que sembró sobre su antiguo colaborador en elogios hacia su jefa de gabinete, Eugénia Correia, que había comparado el día anterior ante la comisión. La relación entre ambos fue mayoritariamente coincidente y atribuye a Pinheiro una actitud violenta hacia cinco antiguas compañeras del ministerio, que intentaron impedir que se llevaran el portátil que acabarían encerradas en el cuarto de baño tras el forcejeo con el exasesor. “Me llamaron llorando porque había ocurrido una agresión”, informó Galamba, quien estaba en su casa cuando ocurrieron los hechos. La versión de Pinheiro es distinta: asegura que fue «el agredido» por las trabajadoras y que fue «secuestrado», ya que se cerrará las puertas del ministerio para evitar su salida. Fue la policía, avisada por Pinheiro, la que posibilitó su salida del edificio, con el ordenador oficial, que sería entregada horas después por el exasesor has a spy that contactó por teléfono.

En la comisión investigadora de la Asamblea de la República, Eugénia Correia reveló que la contactó con el Servicio de Información y Seguridad (SIS) para informarle al ‘robo’ de un portal oficial con documentos clasificados sobre TAP, como el plan de reestructuración. aprobado por la Comisión Europea y que permitió la inversión de 3.200 millones de euros de fondos públicos para salvar a la empresa de la quiebra. También más tarde, Galamba recibirá la sugerencia del gabinete del presidente del Gobierno, António Costa, para asesorar a los servicios de información.

La comisión concluirá sobre sus trabajos en junio, con las comparaciones del exministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, apartado temporalmente de la escena política a petición propia, y el ministro de Finanzas, Fernando Medina. Ambos, con opciones para suceder a António Costa en la dirección del Partido Socialista, mantuvieron posiciones divergentes en la gestión de TAP. La expectación que ha despertado el trabajo de la comisión ha levantado al líder del ultraderechista Chega, André Ventura, a maniobrar para sustituir a un diputado y poder interrogar al ministro Galamba, su jefa de gabinete ya su antiguo asesor.

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