La victoria en Bremen de un impulso al SPD de Scholz, de capa caída en las encuestas nacionales | Internacional

Un cartel de campaña del socialdemócrata Andreas Bovenschulte, que domingo ha ganado las elecciones en el Estado de Bremen, en Alemania.THILO SCHMUELGEN (REUTERS)

Los socialdemócratas llevan la friolera de 77 años gobernando en Bremen, la pequeña ciudad-Estado portuaria del norte de Alemania, y todo indica que seguirán haciéndolo al menos cuatro años más. Las primeras estimaciones de las famosas elecciones del domingo indican que el SPD, con un 29,5%, ha perdido forma holgada frente a su principal adversario, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que se ha quedado cuatro puntos por detrás. Una victoria que proporciona cierto alivio al partido del canciller Olaf Scholz, hundido en las encuestas nacionales desde hace casi un año debido al shock energético y la pérdida de poder adquisitivo por la elevada inflación.

De los 16 estados federales, Bremen tiene una diferencia con más pequeños, con menos habitantes, incluido el más pequeño Sarre, en la frontera con Francia. El sentido del voto de sus 676,000 habitantes, divididos en dos ciudades, Bremen, en el interior, y Bremerhaven, en la costa del mar del Norte, tiene una importancia muy relativa en Berlin, sobre todo si se compara con otros Estados que también van para celebrar elecciones es el año: Baviera y Hesse, que elige en octubre representantes conocidos y suman casi la parte de la población alemana (83,2 millones en total).

A pesar de ello, la de Bremen es la primera cita electoral del año ―aException de la repetitición de los comicios en Berlin― y permite tomar la temperatura a la política federal ya la salud del tripartito cuando se va a cumplir año y medio de su formación. Que el SPD mantenga el baluarte tradicional se considera un impulso de cara a los próximos encuentros con las urnas.

Socialdemócratas, Verdes y Liberales, las propias formaciones de la coalición federal, lecturas extra y diferentes de estos resultados en la Ciudad Libre y Hanseática de Bremen, el número oficial de la aterrizar. Con un 29,5% según las estimaciones de Infratest Dimap por la televisión pública ARD, los socialdemócratas respiran tranquilos y casi con total seguridad formarán gobierno.

Los Verdes, en cambio, han cosechado un resultado decepcionante: el 12.5% ​​​​es un mal dato para un partido que en los anteriores comicios obtuvo el 17.4% y que ahora formó parte del Gobierno federal. El resultado refleja tanto las dinámicas locales —su candidata, responsable de Protección Climática, ha sido muy criticada por sus políticas de movilidad— como la caída de popularidad que ha sufrido el partido en todo el país en los últimos meses. Los liberales del FDP, el tercer socio de Scholz en el Gobierno federal, han obtenido el 5,5% de los votos.

Los conservadores obtienen la segunda posición, con el 25,5% de los papeles, levemente por el resultado de 2019 (26,7%). Su candidato, Frank Imhoff, reconoció la derrota tras conocerse los primeros pronósticos: «No hemos conseguido nuestro objetivo electoral, que era ser el partido más fuerte», aseguró.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscribir

El SPD, en cambio, puede estar satisfecho porque ha mejores resultados respecto a 2019. Entonces quedó por detrás de la CDU con su peor dato histórico (24.9%), aunque ponerse de acuerdo con Los Verdes y Die Linke y colocarse como alcalde a Andreas Bovenschulte, apodado bovi y del ala más izquierdista del SPD, muy popular en Bremen y relativamente conocido fuera. Abogado de formación y guitarrista aficionado, basó su campaña en la promesa de «una economía fuerte con buenos trabajos y salarios justos». “Estamos muy orgullosos del SPD en Bremen y Bremerhaven”, aseguró el secretario general del SPD, Kevin Kühnert.

Lo más probable es que el SPD se renueve con sus socios durante los últimos cinco años, aunque no se descarte una gran coalición con la CDU. Matemáticamente, Bovenschulte podría repetirse. Die Linke, también partido que a nivel nacional pasa por uno de sus peores momentos por las luchas internas, ha obtenido un 10,5% de los votos. El resultado es ligeramente peor que en 2019, pero mayor la intención de voto nacional y no se ha visto afectado por las polémicas de Berlín.

El FDP también puede respirar tranquilo con su 5.5% ha librado de quedarse fuera en el Parlamento regional, como le sucedió en nada menos que tres votaciones regionales el año pasado. El buen resultado de los liberales también se tomará con alivio en la capital. Sus descalabros electorales del año pasado habían provocado qu’attara desmarcarse de sus socios poniéndose constantemente a la contra, lo que había añadido tensión a la coalición.

El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), qu’está aumentando su intención de voto en alemania y especialmente en el este, no ha participado en las elecciones. La formación, inmersa en peleas internas, presentó dos distintas candidaturas, que finalmente fueron invalidadas. Su incomparecencia ha beneficiado a un partido local, Bürger in Wut, literalmente ciudadanos furiosos, también populista de derecha y liderado por un exmiembro de AfD, que ha obtenido el 10,5% de los votos, es decir, un empate con la izquierda.

El aterrizar de Bremen, fundada en 1947, basa su economía en su dinámica actividad industrial. Mercedes-Benz, que tiene en Bremerhaven la segunda planta más grande del mundo, es el mayor trabajador del Estado, con 12.500 puestos de trabajo. Unas 40,000 personas cobran sus nominas de alguno de los ocho puertos del Estado. Pero aunque la producción económica destaca sobre otros territorios, la tasa de desempleo es muy alta, del 10,7%, lo que prácticamente duplica la media nacional. Como resultado, muchos ciudadanos dependen de la asistencia social. El pequeño Estado federado está también muy endeudado y suele aparecer en los clasificaciones educativos en los últimos puestos. La gran esperanza para Bremen se convierte en un punto clave para la creciente industria de la energía eólica marina.

Sigue toda la información internacional en Facebook allá Gorjeofrecuentemente boletín semanal.