Un millón de recibos afectados por hackeo en farmacias y surge otra complicación

«Hay lugares que, nada. Others, con mucha demora. María Isabel Reinoso es una mujer paciente, pero suena desahuciada. Encabeza el colegio de farmacéuticos bonaerense, es prosecretaria de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) y, además, tiene una farmacia. De primera mano sabe que este mediodía, igual que desde hace casi una semana, dispensar medicamentos con descuento por receta es un caos, más allá de que Bizland y Farmalink, las empresas involucradas en esa gestión informática, han comunicado que superaron el ciberataque extorsivo que las ya inoperativas el jueves, y que el sistema, al cierre de estas líneas, se estuviera rehabilitando de a poco.

Reinoso hablo con Clarín este miércoles, pero lo había hecho también el martes. Entonces enumeró sus preocupaciones. La primera, que el sistema no se restaure ese día, como prometía la empresa responsable. Acertó. No obstante, esta tarde, algunas farmacias vieron de a poco la vuelta a la vida de Farmalink.

La segunda preocupación será que, una vez normalizada la situación, los farmacéuticos deberían pasar horas, quizás días cargando recetas de remedios que se vieron obligados a dispensar sin poder validarlas. Valide que la persona tenga el costo de la cobertura al día, valide el porcentaje de descuento que le toca… Deben hacer lo que ellos llaman venta «manual» u «offline».

El trabajo tedioso pronosticado por Reinoso se hará realidad. En una amplia tarea y burocracia, los farmacéuticos deben cargar y validar millas de recetas atrasadas. Millas significa «alrededor de 1.100.000», estimó Reinoso, sabiendo que debería poder quedar corta.

La tercera preocupación toca un tema que el martes era solo hipotético: «¿Y si las recetas cargadas en los días anteriores al ciberataque se perdieron?». Ocurrió.


Hay recetas que se perdieron y recién se dieron cuenta ahora. Foto: Mario Quinteros

Empezó una circular en las primeras horas de este miércoles: algunas farmacias provinciales le avisaron por chat que Farmalink había revivido. embargo sobre el pecadolas validaciones del 10 de mayo, un día antes del ataque del ramsomware Lockbit, ningún establecimiento. Reinoso el pedido tiene la farmacéutica de su propio local que fijara. Era así.

“Es un problema. La persona levanta el medicamento y lo valida. Pero, ¿quién me lo paga? Vamos a tener que hacer una excepcionalidad burocrática o no sé cómo lo vamos a caratular”, lamentó.

Bizland, Imed y Farmalink

Reintegros, bonos, copagos, autorizaciones, validaciones… todo el papeleo y la parte informática del ingobernable mundo farmacéutico y la seguridad de los ciudadanos. Uno quiere el medicamento, curarse y listo. Pero vale la pena oír. Al menos, saber quiénes son los protagonistas. Al ser empresas de gran poder, los conflictos como este generan grandes estruendos en la vida de todos.

Bizland y Farmalink, los números que circularon en estos días, no son lo mismo. Bizland es responsable de un par de desarrollos adicionales. Uno es redBus, el sistema de boleto de transporte prepago que se usa en cuatro provincias: La Rioja, Salta, Tucumán y Córdoba. Por el ciberataque extorsivo que sufrieron, miles de ciudadanos de esas provincias tuvieron dificultades para cargar sus tarjetas de viaje, aunque ya el martes el sistema se había recuperado.

Su otro desarrollo importante es Imed, plataforma proveedora de Farmalink, una red gestada por algunas de las cámaras locales de laboratorios farmacéuticos, que hoy vehiculiza los descuentos de al menos 100 obras sociales de las cerca de 250 que hay en el país.

El ciberataque que sufrió Bizland consistió en un encriptamiento de datos masivos, que ya inactivó en la plataforma Imed y, por ende, un Farmalink.

Aunque duree esta mañana Bizland y Farmalink aseguraran funcionar ya desde la madrugada, la mayoría de las farmacias (incluida la mayor red porteña en el rubro: Farmacity) confirmó que todo seguía caído. Al cierre de esta nota, no obstante, Farmacity y también Reinoso confirmará la paulatina normalizacion del sistema.

El paciente, en los medios

La magnitud del simbronazo que provocó la caída de este sistema debe atribuirse a la naturaleza de su causa: no fue un cortocircuito informático doméstico sino un malicioso ataque perpetrado por una organización delictiva internacional que, negociación mediante, pidió un rescate millonario para devolver los datos secuestrados .

La Unidad Fiscal de Ciberdelincuencia (UFEC) está investigando el ataque, que (hay que destacarlo), marca en unos días particulares por el número de ciberataques a organizaciones públicas o empresas. Como ejemplo basta mencionar el que sufrió OSDE a mediados de 2022, los hackeos aún irresueltos al Ministerio de Salud y, hace algunas semanas, los de carácter extorsivo contra el INTA y la ANMAT.

Es una nueva forma de violencia. Los daños que provocan alcanzan una magnitud solo comprensible para quienes conocen a fondo la información sensible vulnerada.

En el caso puntal de la red de farmacias, los principales damnificados, al menos en estas horas, son los pacientes. Como a los farmacéuticos, el toca asumir parte del costo.

Preparativos y obras sociales

En la mañana del miércoles, en una farmacia grande de Villa Crespo, se explicó en este cronista que «los descuentos se están aplicando en forma generalizada, según la obra social o prepaga que tenga la persona».

Es así: hacían el 40%, si uno tenía ciertas prepagas, tenían el plan verde, azul, 650, 100, o como se llame. Con algunas obras sociales (como la del Poder Judicial), se unificó en aplicar el 70% a todos. De otras prepagas no hicieron ningún descuento porque la regla que indicó la entidad era «reintegrar después».

Ese «después» implica que la persona debía, o volver a la farmacia o tramitar el reintegro en la entidad, una vez pasada esta tormenta informática.

A farmacéutica del barrio de Barracas comparada con Clarín su versión de lo que empieza haciendo «casi todos los farmacéuticos». Además de las opciones anteriores en base a las indicaciones puntuales de cada entidad de salud, agregó que, “en casos se le dice al paciente que, si no es una urgencia, espere. Que vuelva cuando se restablezca el sistema”.

Respecto del pago del 100 por ciento del medicamento del bolsillo del paciente y el trámite para la posterior recuperación, opinó -con sensate- que «no es una opción para todos: hay medicamentos de un costo muy elevado que el paciente quizás no esté en condiciones de pagar”.

Y como cierre, añadió que, de hecho, «a algunos pacientes se les ofrece un medicamento de menor valor. Así puede empezar el tratamiento hasta que esto funcione».

PD