Arabia Saudita muestra signos de apertura
Establecida como un expediente prioritario por la administración de Joe Biden, la normalización entre Arabia Saudí e Israel estuvo en el centro de la visita a Riad del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, del 6 al 8 de junio. Los estadounidenses se dan hasta final de año, antes de verse superados por la campaña presidencial de 2024, para avanzar en este expediente, que también es una prioridad para el primer ministro destituido, Benjamin Netanyahu. La monarquía saudí, que a cambio está negociando una mayor cooperación militar con Washington y el apoyo a su programa nuclear civil, está mostrando signos de apertura.
“La normalización con Israel es de interés de la regiónreveló el jueves el jefe de la diplomacia saudí, el príncipe Fayçal Ben Farhan. Puede traer beneficios significativos para todos, pero sin un camino hacia la paz para el pueblo palestino, sin abordar este desafío, la normalización tendrá beneficios limitados. Debemos continuar enfocándonos en cómo encontrar un camino hacia una solución de dos estados que devuelva la dignidad y la justicia a las personas protegidas”.agregó el Sr. Farhan.
La elección de las palabras no es baladí. Hablando de un simple «camino a la paz», el jefe de la diplomacia saudí parece indicar que Riad está dispuesto a rebajar sus exigencias: la creación de un Estado palestino en las fronteras de 1967 ya no sería un requisito previo para la normalización con Israel. Esta fórmula quedó consagrada en la iniciativa de paz del príncipe heredero saudí Abdullah, respaldada por los países de la Liga Árabe en 2002.
Emiratos Árabes Unidos y Baréin lo han renunciado de facto, liberando relaciones diplomáticas con Israel en 2020, en el marco de los Acuerdos de Abraham firmados con el gobierno anterior de Netanyahu, bajo la égida de la administración Trump. Marruecos hizo lo mismo en 2021. Por su parte, el reino saudí parece dar señales de que un relanzamiento del proceso de paz podría ser suficiente para ello. La llegada al poder de una coalición de extrema derecha liderada por Netanyahu en diciembre de 2022 no facilita su tarea. Esta coalición se opone a la creación de un estado palestino y multiplica las acciones que alimentan la violencia entre palestinos e israelíes.
Miedo a una carrera armamentista nuclear
La administración Biden le está argumentando a la corona saudí que le conviene llegar a un acuerdo con Israel mientras esté en el poder. En el Congreso, muchos demócratas se oponen a una cooperación más estrecha con la monarquía, criticando sus abusos contra los derechos humanos y la guerra que lleva librando en Yemen desde 2015. El equipo de Biden, que espera poseer ese éxito antes de las elecciones presidenciales, asegura que los funcionarios electos unirse más fácilmente a un acuerdo llevado por su administración. Pero las concesiones exigidas por los saudíes dividen a la administración Biden, que teme una carrera armamentista nuclear en Oriente Medio, entre Riad y Teherán.
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