Chile lidera América Latina en política de combustibles sustentables

En América Latina, Chile es el único país con una política pública en materia de combustibles sustentables, principalmente por su capacidad de utilizar hidrógeno como materia prima para la producción de SAF (Sustainable Aviation Fuels). Mientras tanto, Brasil y Colombia avanzan con estudios en esta área, afirma Olga Lucía Ramírez Duarte, miembro del Colegio de Abogados de Derecho Aeronáutico.

Ramírez Duarte, en su presentación titulada “Innovación hacia la sostenibilidad: desarrollo de combustibles más limpios en la aviación” en la “Conferencia sobre Aeropuertos Modernos” organizada por JP Mundo, destacó eso en el contexto actual latinoamericano y el enfoque del gobierno. En la transición energética, los SAF deberían ser una prioridad.

El especialista llamó la atención sobre el hecho de que los gobiernos deben priorizar este tema y considerar el uso de incentivos a la producción.

“Este es un tema que requiere intención regulatoria e incentivos fiscales para quienes opten por fabricar SAF”, indicó. También mencionó que en la Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido ya se han discutido políticas para desarrollar este tipo de combustible de aviación sustentable.

En entrevista con A21 luego de su presentación, Ramírez Duarte afirmó que América Latina necesita desarrollar una política pública para impulsar la implementación del SAF, señalando que Chile es actualmente el único país que cuenta con dicha política.

“Colombia está avanzando en el establecimiento de esta política pública y siguiendo las recomendaciones de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) debemos trabajar juntos para crear un mercado SAF regional. América Latina tiene un gran potencial para la producción de estos combustibles”, destacó.

Además, enfatizó que la región puede crear un mercado importante y trabajar en políticas públicas enfocadas a este objetivo. Ramírez Duarte enfatizó la necesidad de empezar ahora, establecer plantas de producción en el mediano plazo y cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por las aerolíneas para 2030 y 2050.