Infringir un mandato en solitario o medio con rendimientos importantes por delante, cómo decidir si se declara la Excepción Estado
Daniel Noboa sabe que no tiene los habituales 100 días de carrera y sabe que recibe el nuevo mandato. Ni siquiera con un da. El líder moderado asume hoy la presidencia de Ecuador, un paso asegurado por el narcotráfico y con graves dificultades económicas, que le obligan a tomar medidas ante situaciones inmediatas. El primero que esperamos sea un mandato expresado por un solo año y medio como se confirma: Noboa medita declarar al paso en Estado de excepción.
El grupo parlamentario oficial de Acción Democrática Nacional (ADN) trabaja en la puesta en marcha de los dos proyectos de ley ante la grave crisis económica que afecta a Ecuador, que desde hace semanas se opone a los agentes eléctricos ante la caída de energía provocada posteriormente y la embestida del fenómeno meteorológico conocido como El Niño.
El déficit fiscal que representa el gobierno del ex banco Guillermo Lasso, valorado en $10.000 millones, también se destina a educación y salud nacional. Para agravar la situación de Sariha Moya, la elegante economista que dirige las finanzas públicas, no creará definitivamente el ministerio en cuestión. Durante reuniones en Washington con empresas transnacionales y bancos internacionales que buscaban un presidente, Noboa decidió elegir un ministro con su experiencia. Moya, que estudia en la Universidad Carlos III de Madrid, tiene 35 años, el mismo año que el presidente electo. No hay obstáculo, usted está a cargo de la Secretaría Nacional de Planificación.
«La declaración del estado de excepción durante el gobierno de Lasso se ha visto comprometida porque no genera grandes cambios ni la solución del problema estructural de la violencia, sino desde la imagen política, y por un momento, ahora con Noboa. es necesario anticipar un problema complejo. Es una forma de visibilidad ante el paso que es serial en seguridad”, describe el analista político Matías Abad para EL MUNDO.
Noboa llega como el Palacio de Carondelet aprobado por su sorprendente triple elección y con aceptación nacional en 67%, pero con las primeras críticas relativas a la suscripción de una gran alianza para ser elegido presidente de la Asamblea Nacional del socialcristiano Henry Kronfle. Para ello, la banca estatal firmó sin demora un acuerdo con el Partido Social Cristiano (PSC), ex alias de Lasso, que lo abandonó en los primeros compases del cambio, así como con los diputados de la ciudad revolucionaria de Rafael Correa, el ex presidente presidente de la justicia ecuatorial. El nuevo presidente legislativo obtuvo una votación histórica: 128 votos a favor y pocas abstenciones.
En su primera entrevista, Kronfle asegura que no apoyará la amnistía para el exgerente ni el despido de la funcionaria tributaria Diana Salazar, otro de los objetivos de la venganza política de Correa.
El nuevo presidente busca lograr un coloquio parlamentario para un mandato bronceado, quien sabe que las dos espaldas de Lasso fueron las Asamblea Nacional encargada de hacer la vida imposibleAdemás de dinamitar distintas iniciativas políticas.
«Esta primera sesión debe ser un presagio de nuevos tiempos y sellos de una intendencia en materia de gobernabilidad para acomodar un Ecuador con empleo, seguridad, salud y educación para todos», afirma Noboa, quien se define como una «socialdemócrata moderada».
Al margen de los problemas vinculados a la elección del titular de la Economía, la futura vicepresidenta Verónica Abad también ha superado la distancia que separa al presidente de sus compañeros de fórmula electoral. Las reuniones mantenidas en España con el jefe de Vox, Santiago Abascal, y su aterrizaje en el Miss Universo celebrado en El Salvador a la sombra del presidente Nayib Bukele contra el actor de Noboa, ideológicamente alejado de Abad.
La amistad entre ambos se ve en la entrega de poderes presidenciales por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE). Noboa evitó a su vicepresidente durante todo el acto y ya tiene una frase en el aire: «El camino hacia la cima, hacia la Presidencia, también tiene traiciones, muchas veces de gente que uno ni siquiera espera, gente qu «uno escoge. Mais comme es la vida, como es la naturaleza humana».
Al margen de la vicepresidencia y la economía, Noboa estaba dirigido por ministros poco conocidos, jóvenes, mujeres y otros experimentadores. «Los retos del nuevo gobierno están en política y no tienen un perfil de capacidad para sustentar la transversalidad que Noboa está trabajando. Si se quiere retomar (en 2025) hay que entrar en una lógica de campaña y eso implica resultados inmediatos y buena gestión comunicativa. No “Estoy con la solvencia política y experiencia de los principales ministros. Es prematuro, pero los perfiles son personas cercanas y empleados, sobre todo los primeros pasos del Lasso”, afirmó el analista Abad.