El Arsenal contra Goliat – AS.com
Cuando la presión pública sobre Kroenke, el propietario estadounidense del Arsenal, apretaba con fuerza, se apostó por Mikel Arteta para darle un lavado de cara al equipo. El técnico español, que afrontaba su primera experiencia como entrenador después de tres años siendo ayudante de Guardiola en el Manchester City, comenzó con una renovación de la plantilla que está dando sus frutos incluso antes de lo esperado.
Del primer once que alineó Arteta, solo queda uno en la plantilla. Contando con el banquillo, dos. El primero, Saka, sigue siendo titular, pero aquel Boxing Day de 2019 en Bournemouth fue lateral izquierdo. El segundo, Smith-Rowe, fue uno de los jugadores que refrescaron la plantilla durante las dos siguientes temporadas. Ambos son amigos desde pequeños, habiendo compartido equipo en todas las categorías inferiores de la cantera.
Ramsdale, Ben White, Saliba, Gabriel, Odegaard, Saka, Gabriel Jesus y Martinelli, todos ellos del once tipo, no superan los 25 años.
Y más allá de estos dos jugadores de la casa, Arteta le entregó el equipo a un grupo de jugadores muy jóvenes a los que les ha dado continuidad y confianza cuando muchos no la tenían. Ramsdale, Ben White, Saliba, Gabriel, Odegaard, Saka, y Martinelli, todos ellos del once tipo, no superan los 25 años. Como suplentes importantes están Tomiyasu (24 años), Smith-Rowe (23), Fábio Vieira (23) o Nketiah (24).
Ahora, todos estos jugadores están llegando al mejor momento de su carrera. Juntos pasaron por un octavo y por un quinto puesto en liga antes de ser segundos la temporada pasada. Arteta continuó confiando en ellos, incluso le dio la capitanía a Odegaard, una gran apuesta del club que está respondiendo, con un estilo más cercano al de la empatía con sus jugadores que al de la autoridad del entrenador tradicional. Solo habían pasado tres años y siete meses desde que se despidió del Emirates vestido de corto hasta que regresó con el chándal.