La eurozona está en declive
La revisión estadística es técnica, pero el símbolo es pesado: la zona euro ha retrocedido. Según la publicación del instituto europeo de estadística Eurostat del jueves 8 de junio, El producto interior bruto (PIB) de la veintena de países de la moneda única cayó un 0,1% en el primer trimestre, tras una caída de la misma magnitud el trimestre anterior.
Dos trimestres negativos consecutivos correspondientes a la definición de una regresión. Detrás de estas cifras hay dos tendencias principales: en toda Europa, el consumo está cayendo bastante, debido a la inflación galopante y al aumento de las tasas de interés; Alemania, más expuesta a la guerra de Ucrania, es uno de los países más afectados.
Inicialmente, el 16 de mayo, Eurostat había presentado el PIB de la zona euro en el primer trimestre mostrando un crecimiento muy débil del 0,1%. Su corrección al -0,1%, publicada el jueves, no es excepcional, pero ya está poniendo las cuentas en rojo.
Poder adquisitivo debilitado
“La economía de la eurozona se ha estancado en los últimos dos trimestres y esperamos que el PIB se contraiga aún más en el segundo trimestre, debido a los efectos del endurecimiento monetario [la hausse des taux d’intérêt] se seguirá sintiendo”señala Andrew Kenningham de Capital Economics.
La regresión se debe principalmente a la caída del consumo de los hogares, un 1% y un 0,3% en los últimos dos trimestres. El aumento de los precios, primero de la energía, luego de los alimentos, ha debilitado permanentemente el poder adquisitivo.
Hasta ahora, si el crecimiento había resistido, en el fondo era una farsa: las importaciones cayeron con fuerza (-2,5% y -1,3% en los dos últimos trimestres), reduciendo mecánicamente la balanza comercial de la eurozona. Sin embargo, esta caída ilustra sobre todo la debilidad de la economía europea.
Alemania cae bruscamente
A nivel geográfico, el declive económico viene sobre todo de Alemania, que aporta casi un tercio del PIB de la zona euro. El país, que dependía especialmente del gas ruso, se ve muy afectado por la guerra en Ucrania. Su sector industrial altamente desarrollado se ve muy penalizado por la energía cara, incluso si la caída de los precios del gas y el petróleo en los últimos meses ha aflojado el tornillo de banco. El automóvil, con una transición difícil a la electrificación, también atraviesa una grave crisis. En este país, el descenso es ahora muy claro: -0,5% en el cuarto trimestre de 2022, -0,3% en el primer trimestre.
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