abril 26, 2025

La inflación en Japón desacelera a 3% en febrero

https://imagenes.eleconomista.com.mx/files/image_853_480/uploads/2025/02/07/67a64900bf757.jpeg

En febrero de 2025, hubo una reducción en la velocidad de aumento de precios en Japón, alcanzando un 3% al no considerar los costos de los alimentos frescos. Esta cifra, un poco más alta que el 2.9% esperado por los expertos, muestra una caída en comparación con el 3.2% reportado en enero.

La reducción en la inflación se debe principalmente a las acciones del gobierno, en particular, la reintroducción de subsidios para la electricidad y el gas. Estas estrategias han ayudado a aliviar el efecto de las subidas en los costos de la energía, que anteriormente habían sido elementos importantes que impulsaban la inflación.

Pese a esta disminución, la inflación sigue por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón (BOJ). Este contexto alimenta las expectativas de que la entidad monetaria podría decidir subir las tasas de interés en sus siguientes encuentros. En efecto, algunos expertos indican que el BOJ podría evaluar un incremento en mayo, apoyado por un crecimiento salarial más fuerte de lo esperado.

La inflación subyacente, que deja fuera alimentos frescos y combustibles, presentó un aumento del 2.6% en febrero, alcanzando su nivel más alto desde marzo de 2024. Este indicador es observado con detenimiento por el BOJ, ya que muestra las presiones inflacionarias más duraderas en la economía.

Frente a las tendencias inflacionarias, el BOJ ha modificado sus políticas monetarias. En enero, incrementó las tasas de interés a 0.5%, buscando lograr una inflación estable alrededor del 2%, apoyada por un aumento sólido en los salarios. La mayoría de los economistas espera que el BOJ siga realizando ajustes, llegando a un 0.75% en el tercer trimestre, probablemente en julio.

En respuesta a las tendencias inflacionarias, el BOJ ha ajustado sus políticas monetarias. En enero, elevó las tasas de interés a 0.5%, con el objetivo de alcanzar una inflación sostenida en torno al 2%, impulsada por incrementos salariales sólidos. La mayoría de los economistas anticipa que el BOJ continuará con ajustes, alcanzando un 0.75% en el tercer trimestre, posiblemente en julio. ​

La evolución de la inflación en Japón es compleja, influenciada por factores internos y externos. Mientras que los subsidios gubernamentales han aliviado temporalmente la presión inflacionaria, desafíos como el aumento de los precios de materias primas y la volatilidad del yen continúan afectando la economía. Además, las políticas comerciales de países como Estados Unidos añaden incertidumbre al panorama económico japonés.