La sobrepoblación de guanacos propició la producción de ovina patagónica desde hace varios años. Si bien es una especie nativa de la región y se valora su presencia como parte de la biodiversidad de la provincia, los ganaderos advierten que “es básico reconocer que su expansión y desmanejo generan efectos perjudiciales en los pastizales, fuentes de agua y seguridad. ampolla».
Los guanacos se alimentan de diferentes plantas, entre ellas pastizales y arbustos. En la actualidad, la gran población, estimada en 3 millones de animales, ha provocado una disminución significativa de los recursos alimentarios, restringiendo los disponibles para el ovino ganado. «Es un competencia por el agua y fundamentalmente por la alimentación, ha afectado directamente la producción de ganadera en la regióncompromiso su aporte a la economía y la cultura local», señalaron los productores de Santa Cruz agrupados en la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (ISAF).
La situación se ha desviado Incluso en el abandono de la actividad ovina en algunos establecimientos debido a la invasión de guanacos. “Si no se toman medidas efectivas, esto nos alcanzará inexorablemente a todos los productores santacruceños, dejando atrás una actividad generadora de trabajo, arraigo y soberanía en el territorio santacruceño”, lamentaron.
Asimismo, alertaron sobre los hechos de frasco de inseguridad que sufren por ese motivo, lo que «afecta la libre circulación, el abastecimiento de mercaderías, la integridad física de choferes de transportes comerciales, de ciudadanos y los tan bien recibidos turistas nacionales e internacionales».
En las noticias, Santa Cruz es la única provincia con mayor población de guanacos por kilómetro cuadrado, albergando a más del 50 por ciento de las existencias del planetay su crecimiento anual no se detiene.
La unidad económica definida por Santa Cruz hace décadas de 15.000 a 20.000 hectáreas para poder tener entre 3.000 y 6.000 lanares. A cambio, “en la provincia de Buenos Aires para albergar 3.000 animales se necesitaba concurso de 400 a 600 hectáreas”, dijo miguel obyrneProductor fueguino, quinta generación de ovejeros de esa provincia a Clarín Rural.
En su provincia, el punto de subsistencia está por arriba de los 2.500 lanares. «Con 3.500 ya podés empezar a vivir y de ahí para arriba es un negocio que podría funcionar», sostuvo el ganadero. Actualmente, la media está en 3.000 animales estables. Según, Miguel, hay una carga media posible del 0,10 a 0,15 cabezas por hectárea. “Son unos 2.000 animales en 20.000 hectáreas, por eso hoy hay 650 establecimientos cuando en 2002 eran 950«, quejarse.
Tal como contó Miguel, la región de la meseta central, la más pobre de la provincia, está siendo abandonada. «Se ha dejado de producir por una sucesión de eventos a través del tiempo: el cambio climático que ha dejado un aumento en la temperatura y sequía, el crecimiento de los predadores y especialmente de los guanacos. a mediano y largo plazo son peores que los actuales”, evidenció el productor.
Históricamente, en Santa Cruz hubo entre 4 y 6 millones de cabezas ovinas pero en la actualidad hay apenas algo más de 2 millones según Senasa. «Los pastizales disponibles no alcanzan para todos, hoy en la provincia hay más guanacos que ovinos comiendo, hay 2 millones de cabezas y estima que entre 2,5 y 3 millones de guanacos libres que vienen mucho más que una ovejasu crecimiento es enorme”, remarcó.
Segun relo Miguel, en 1995 se prohibió el mejoramiento comercial del guanaco y se interrumpió un candado de uso milenaria que vienen de los pueblos originales solo hay una fibra es una de las mas finas del mundo despues de la vicuña. «Sin ningún tipo de control ni depredación, la especie ha comenzado a crecer y pasó de 250.000 cabezas en el año 2000 a cerca de 3 millones hoy«, detalles. Los animales están libres en el territorio y hasta el 2019 habrá un plan nacional para el mejoramiento integral del guanaco que incorpore el aprovechamiento de la carne además de la fibra, con la irrupción de la pandemia, el avance de las acciones se interrumpió y recién ahora se está retomando.
«El problema que más preocupa hoy, desde el punto de vista de la sustentabilidad, es la protección del suelo santacruceño porque tenemos mas animales vienen en la provincia que el pasto que producen”, Señalo Miguel. “Se establece el INTA hay entre 3,5 y 4 millones de razas de pasto disponibles al año en ovino equivalente y tenemos entre 5,5 y 6 millones de animales comiendo en equivalente ovino”, agregó. Así, el productor consideró que todos están «contribuyendo a un desastre anunciado» en los próximos diez o próximos años. «La desertificación se ha agudizado porque la mayoría de los herbívoros que se encuentran sobre la provincia no están bajo control, es un problema gravesi esto no se mira a largo plazo y se controla, va a seguir cayendo la producción, habrá menos cobertura territorial, menos familias en el campo, menos arraigo, menos trabajo”, analizó.
La situación es similar a la que se presenta en otros países con especies autóctonas distintas o autóctonas que se dan en exceso de la capacidad sostenible de su territorio, como por ejemplo Australia con el canguro. Allí, «con tasas de extracción respaldadas por científicos estudios, han permitido conservar la especie y permitir el desarrollo de su ganadería altamente reconocida mundialmente», indicaron los productores patagónicos de FIAS.
La entidad hizo un «llamado imperioso» a las autoridades del gobierno provincial y nacional para que «acceleren medidas concretas, eficaces, en el abordaje de esta problemática» e instaron a implantar estrategias de control poblacional del guanaco mediante intervenciones efectivas que garanticen una producción sustentable.
«Lo hecho hasta ahora, si bien demuestra el conocimiento e interés por parte del Gobierno de Santa Cruz, no ha logrado tener efectos positivos, la batalla se esta perdiendo, y si pierde el productor, también pierde nuestra querida provincia», señalando los ganaderos .
Cabe señalar que es necesario buscar soluciones que promuevan el equilibrio entre la conservación, la seguridad y el desarrollo sostenible de la ganadería en la región.