Las consecuencias de inhalar humo tras un incendio

Hay más de 60 gases de combustión que pueden tener efectos mortales en el organismo por la inhalación de humus. El monóxido de carbono y el carbón vegetal se encuentran entre los más mortíferos. Otros pueden provocar irritación de la piel, mucosas o infecciones respiratorias.


Vista del incendio declarado en un edificio residencial en Valencia EFE/Manuel Bruque
La inhalación de humedad y gases nocivos es la principal causa de muerte relacionada con incendios, provocando asfixia e insuficiencia respiratoria. Ahí tienes, explica la Sociedad España de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) con la motivación del éxito del Valencia, y así hasta el momento se confirmó 4 muertos, 15 heridos y 14 desaparecidos.
El presidente de esta sociedad médica., Tato Vázquez, explicando que el síndrome de inhalación de humo es una intoxicación derivada de productos de combustión, como cuando hay un incendio. Y se debe, fundamentalmente, a tres sustancias, aunque hay Más de 60 gases en combustión completa.
Gases irritantes
Los primeros son los gases irritantes, y su cantidad, según Vázquez, como el óxido nitroso o los fenoles. Produce un tejido irritante en las mucosas: lagrimeo en los ojos, disfonía, ronquera y si estos gases bajan al nivel traqueobronquial, produce neumonita químicaque pueden causar infecciones bacterianas.
Pero además del efecto irritante, el experto citó las altas temperaturas que alcanzan estos gases y que pueden producir humos en las vías respiratorias.
“Los profesionales de urgencias, cuando tenemos vibraciones, pelos de la nariz, se rompen, asumimos que el gas ha alcanzado altas temperaturas y ha producido quemaduras en las vías respiratorias, y realizamos un aislamiento en ésta para evitar asfixia”, confirmó el presidente de la SEMES. .
Materiales suspendidos
Los materiales en suspensión son otras sustancias, normalmente derivadas del carbono. Se trata de pequeñas moléculas que se depositan en las vías respiratorias y pueden provocar infecciones respiratorias.
Los asesinos silenciosos
En tercer lugar se encuentran las sustancias más peligrosas, cuyos gases no son irritantes sino asfixiantes, básicamente dos: monóxido de carbono y cianuro.
El primero de ellos, el monóxido de carbono, se absorbe muy rápidamente al inhalarlo. Se adhiere a la hemoglobina e impide que lleve oxígeno a los niños, produciendo la muerte de estos seres. Los síntomas son dolor de cabeza, dolor punzante y, ocasionalmente, náuseas, vómito y diarrea.
“Es un gas sumamente tóxico y no detectable de la forma habitual, es inodoro e insípido, lo llamamos el asesino silencioso”, subrayó Vázquez.


En esta situación, se produce mediante la combustión del plástico. La absorción también es muy rápida y no permite la utilización del oxígeno por parte de las células, provocando la muerte.
La inhalación de estos gases da lugar a un tratamiento específico.
Para la intoxicación por monóxido de carbono, está indicado oxígeno en altas concentraciones y en casos graves, oxígeno hiperbárico. El cianuro, con cianocobolamina, que está disponible en el ayuntamiento de los servicios de emergencia del país, afirma el presidente de SEMES.
Quemaduras en la piel
Por otro lado, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) dice que la UCIS es la “piedra angular” para la recuperación de los grandes problemas. Estos pacientes tienen más del 20% de su cuerpo con dolor o experimentan quemaduras menores, pero con educación o comorbilidades que requieren abundantes líquidos intravenosos.
“La piel es un organismo más grande y su pérdida afecta a todo el organismo”, afirma Manuel Sánchez, especialista de tarea mayor en el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de La Paz, Madrid.


Según las indicaciones, es habitual que estos infiernos requieran simultáneamente tratamientos y técnicas que suele utilizar la UCIS como control de orificios de líquidos y medicamentos para mantener una presión arterial adecuada, ventilación mecánica, técnicas de diálisis, sedoanalgesia o tratamiento de pacientes. infecciones.
Además, en estas unidades existen apósitos que facilitan la cicatrización y cremas que eliminan la cicatriz de la crema, lo que puede evitar cirugías.
“En España somos pioneros en el uso de determinados tipos de seguimiento que aportan información importante para el tratamiento inicial, en la búsqueda de tratamientos que vayan a la causa de las complicaciones más a sus consecuencias y en el uso de cremas que salen. tejidos muertos sin necesidad de cirugía”, declaró el experto.
Un tratamiento inicial adecuado evita la profundidad de la grasa y el desarrollo de complicaciones en otros organismos, en abundancia.