«No sabemos por qué echan a Vilda; nadie ha pedido cambios en el banquillo»
Las jugadoras de la selección española han tomado la palabra. Después de la rueda de prensa de Alexia Putellas e Irene Paredes, y tras la heroica victoria el pasado viernes en Gotemburgo, las jugadoras se han explayado para exponer sus reivindicaciones contra la RFEF. Todo ello, en un ambiente más distendido después de los despidos en la Federación y los tres puntos conseguidos en Suecia.
El mensaje trasladado ha sido el mismo que el pasado jueves. Putellas ha incidido en la nula capacidad de decisión de las jugadoras en la continuidad del seleccionador. «Yo no sé por qué echan a Jorge. Lo ha decidido la Federación. No puedo decir mucho más –ha aseverado–. En la calle y en los medios se dicen muchas cosas. Nosotras transmitimos el sentir de las jugadoras. Todo lo sucedido se trasladó a la RFEF y, a partir de ahí, ellos toman decisiones».
La mediocentro del Barcelona coincide con Paredes en que «aún falta por ver la luz al final del túnel», pero se muestra optimista, sobre todo después de la reunión de Oliva entre jugadoras, CSD y Federación. «Se han sentado las bases para ello. Estoy más tranquila ahora. Se han buscado soluciones y se ha dado un paso adelante», ha asegurado confiada.
Asimismo, ha ejemplificado una de las reivindicaciones que mantienen desde el vestuario: la discriminación hacia el femenino. «Nos hacían viajar seis o siete horas en autobús y el rival iba cómodamente en avión. Teníamos que levantarnos a las tres de la mañana para coger un avión y esos horarios no son de deportistas de élite», lo que demuestra que «el fútbol femenino no ha estado en la lista de prioridades» y la necesidad de «cambios estructurales».
Irene Paredes, quien portó el brazalete de capitana ante Suecia, se ha mostrado contundente sobre la ausencia de nombres y apellidos en los comunicados y reclamaciones de las jugadoras. «El que no quiera entenderlo es que no quiere. Lo voy a volver a explicar. No podemos dar todos los detalles y señalar a personas porque hay un proceso judicial abierto. No podemos tolerar lo que pasó. La Federación no debe tolerarlo. Queremos que sirve de precedente positivo. Se nos han tratado como niñas y somos todas adultas», ha sentenciado.
Respecto a la continuidad de Montse Tomé al frente del banquillo de la selección, ha repetido que «nadie ha pedido cambios en el banquillo». «La Federación se ha comprometido a algunas cosas, no depende de nosotras. Nosotras lo tenemos muy claro. Hemos trasladado las cosas por las que vamos a pasar y por las que no. Queremos jugar al fútbol. Las cosas están dichas», ha concluido la central del Barcelona.
Por su parte, Athenea del Castillo fue la única de las 23 campeonas del mundo que se declaró seleccionable para la primera lista de Tomé. «Yo apoyo a Jenni. De ahí a no querer venir a la selección no entraba en mis planes –se ha defendido–. Estoy contenta de representar a mi país. ¿Apartada? No. El ambiente ha sido como siempre. La libertad de expresión es así. Respaldaron mi postura y yo la de ellas».
Por último, Cata Coll ha afirmado que «las aguas se están calmando» y admitido que el miedo a las sanciones por no acudir a la convocatoria le llevó a «ver el final de su carrera con 22 años». «Nos dijeron que éramos unas caprichosas, que no queríamos jugar. A esa gente les hemos puesto un punto en la boca», ha presumido.