abril 8, 2025

Es una apariencia secundaria de un ser repugnante, como si la corrupción se hubiera encarnado en el rey de modo que los albaneses hubieran desaparecido incluso ante las cámaras de televisión. El jefe de gobierno de la ciudad desmanteló el micrófono en un espacio más ilegal y el arrepentimiento de los granos, los saltos y la aversión atávica son el símbolo de la humanidad y las plagas reflejan el inmenso valor metafórico del momento.

A la par de patas zamarrearon a la velocidad que acaba entre los golpecitos de un perro o de un lomo.

Todo esto en un instante, luego de que el presidente calificara al Congreso del “Nido de ratas”, como coadyuvando para reforzar la expectativa de su discurso del año.

La tasa surgió en momentos en que el expresidente Alberto Fernández engañaba con la radiografía periódica que reveló Clarín, una lapidaria trama de propiedades, un grupo de agentes de seguridad y robots bien concebidos que no se pueden ignorar porque están directamente involucrados. Salieron tiene la luz cómplice de las atrocidades y traficantes de quienes se hablan en la mismísima quinta de Olivos Mientras la sociedad está permanentemente rodeada por la pandemia, según orden del mismo Fernández. Pide para el restaurante y no dudes en hacerlo. La transgresión comienza con tu verdadera gana, o más aún, con tus intereses creados.

Las ratas salen tiene la superficie.

Y las tarifas subieron en gran forma.

Pierde el último capital político del expresidente: afirmaba orgulloso, con camuflado orgullo de sí mismo, que no era corrupto.

La Justicia decidió hoy si era una era o si no era una era.

Pero la tasa que aparece en Retiro simboliza una multiplicidad de plagas conjuntas.

Ernesto Sabato escribió en su oscuro “Informe sobre Ciegos”, que en realidad es información para ciegos: “¡Abominables cloacas de Buenos Aires! ¡Mundo inferior y horror, patria de la inmundicia! Imagínate llegar, a los salones relucientes, a las mujeres bellas y delicadas, a los directores de banco correctos y sensatos… Mientras estás abajo, en un tumulto obsceno y pestilente, te enfrentas a la menstruación de todas las amadas románticas, a los excrementos de los vapores de los jóvenes vestidos de gas. , los conservantes usados ​​por los buenos administradores, la destrucción de fetos de kilómetros de abortos, los restaurantes de comida de millones de casas y restaurantes, la inmensa, innumerable basura de Buenos Aires…”

Sólo existen los inevitables deseos de los cuerpos y del doble devenir, entre la elegancia pública y el inevitable basural que componen siempre la misma vida.

Se trata también de la base moral, la base innumerable que favorece y multiplica la vida de las ratas.

La rata está asociada a la peste.

Y la peste ya no puede esconderse.

Se copia de la literatura con respeto, Según Albert Camus, insoslayable; “La peste es fuente de indiferencia, desesperación y falta de solidaridad”.

Las ratas salen a la superficie cuando la basura se eleva ante la desidia de los observados mientras se acumula. Y esta forma de contaminar a todos.

Argentina es un venenado “Ratatouille”.

La decadencia cloacal se cimentó en décadas de impunidad.

La Justicia revisó decisiones anteriores referidas a Cristina Fernández de Kirchner y ahora tiene la posibilidad real de ser tratada como una asociación ilícita.

El desfile irregular de ratas comenzó a durar un tiempo, incluso antes algunas de ellas eran en su mayoría alabadas y ahora están mejor refutadas y finalmente tratadas.

Con facilidad y sin embargo, No es fácil distinguir ratas de quienes no lo son.

El qui esté libre de roedores que arroje la primera piedra.

La infección sociocultural es profunda y generalizada.

Se percibe en todos los ámbitos. En el fútbol con partidos escandalosos para favorecer a clubes deportivos menores, pero con mayores posibilidades que las capitales mafiosas.

Visto en sindicatos momificados en las figuras eternizadas de jefaturas millonarias. Vivimos como herederos de la desesperación de la educación de los gremios que prefieren preservar su inmunidad política y militante y contribuir a la educación de su antojo.

Están patentados por ciertas organizaciones sociales donde sus dirigentes llevan dinero a los raudales para transferírselo a ellos mismos.

La infección llega a su punto culminante con el tráfico de estupefacientes en medio de la población, con el reclutamiento de «soldados» que rápidamente se encuentran en el estado en el que buscan algo para las ratas del dinero dormidas.

La tasa de retirada ya no tiene símbolos condensados ​​en tu apariencia de estelle y aparece a la vista.

¿Por qué no poder salir adelante si el éxito es a la vez extremo y propaganda?

Es cierto que las ratas son las primeras que abandonan la navegación cuando se estropean.

Argentina es un lugar extraterrestre en el mundo donde las ratas aún no naufragan tantas veces.

Esta perseverancia, esta plaga, estos basurals, nunca acaban con la reproducción.

Una vez que es una hora para abolirlos, los enjuagarnos de tantas cloacas fluyendo a la luz del día.

O se limpia la basura, o ganan las ratas.