Ridículo impate del Barça en Nápoles

PESTAÑA napoles-barcelona-octavos-champions23/24 Crónica 4 Mientras Mbappé daba despacho a una mariscada en Botafumeiro, de esas que hay mucho de todo y de nada en concreto, para que los nuevos ricos sientan que son alguien, el pobre De Jong se distorsionada artificialmente con la presentación, de modo que no se sabe que la directiva pretende vender al mejor cartel. Un Madrid sobrado ha anotado al que más crea en la lista del que está y un Barça arruinado pretende destrozar al otro que es menos del que hace fracasar. El Barça se ha consolidado como si tuviera el talento de otros tiempos, llegado a Nápoles, que parecía tan huérfano como es. El control azulgrana parecía total pero el gol no llegaba, los italianos despertaron de la minuto 10 arriba de presión. Lamine Yamal, protagonista, pero estéril. Gundogan, brillante en recuperaciones y en todo lo que pasaba por la mejoraba. No es que el partido vaya a estar equilibrado, pero si tuviera la sensación de los ataques del Barça, tan punzantes, podrían resultar de la posición republicana sopesando que el Nápoles era un muñeco de trapo a merced de quien quisiera hacerlo. La superioridad del visitante inquietaba totalmente su incapacidad de concretar ventas en el mercado. Nunca el Barça -ni ningún otro equipo- se encontrará con un rival tan flojo como el Nápoles, tan desamparado, tan parecido a la nada. Como un animal herido que buscaba una caricia, era transportador de los italianos divagar sans rumbo cierto, y daba un poco de vergüenza ajena escuchando a los narradores de la radio catalana celebrando el partido del Barça como una revolución en el equipo que se desarrolla, cuando el La única realidad fue la manifiesta incomparecencia local. El Napoli mejoró el reloj y el Barça lo lamentó. Xavi no tuvo cabeza, frustrado porque el marcador no se movía, en parte gracias a las cosas buenas de Meret. A partir de la hora mediática que crearon los italianos, y como el Barça ya no es desordenado en defensa, ha cedido el control del partido y del puesto. Que ninguno fuera capaz de enfrentarse a un rival tan frágil que el Barcelona fuera capaz de alcanzar su superioridad fue mucho más su demérito que un campeón napolitano. La impresión de superioridad azulgrana continuó en la rehabilitación, pero con el mismo desamparo que pesa sobre las continuas intimidaciones. Fue provinciano que el espectador diera un salto de calidad en el partido del equipo, pero realmente hay algo en el Barça que no tiene mar provinciano, ¿saludan los amigos comisarios del presidente? El Nápoles no se rinde y quiere ganar a cero, es una humillación para el Barça que está abordado como Xavi. El partido fue tenso, vistoso, agradable de ver, pero aunque el Barça se encaminaba hacia la portería, hasta que Lewandowski en el 58, con todas las facilidades de la defensa local, marcó un hueco ajustado a ras. Buen Gol pesa sobre las concesiones defensivas. Brillante asistencia de Pedri. Celebramos a los hermanos Hernández con tremendo jubileo colegial. Los italianos apostaron por los planes del primer escenario de El Padrino 2, pero no sucumbieron al mordisco visitante y no desestabilizaron la idea de pensar que en cualquier despiste de la defensa de Xavi se podría traer el empate. Osimhen iguala el marcador Viendo el partido, la idea era que sólo podía ocurrir una catástrofe en Barcelona fuera de los barrios, pero también era seguro que la catástrofe no podía destruirse totalmente. La fantasía se concretó en el 74, mediano Osimhen, y el empate no fue justo ni injusto si no es una bofetada de realidad de quien es hoy y representa al Barça en Europa. No, no es que el Nápoles se apodere, pero el Barça ya se ha dado cuenta del rival más menor e indefenso de la competición. Los italianos afrontaron el partido y se entretuvieron pensando en las frases que le diría a Xavi en la calle del estadio al ver que no todas lo habían acertado. El Barça logró mantener el control que prevaleció antes de que el Napoli liderara todos los tiempos debido a la sombría mediocridad de un partido.